El Callejón del Oro de Praga (Zlatá ulička) es uno de esos rincones imperdibles en la ciudad. Esta pequeña calle con apenas una docena casitas de colores se encuentra dentro del complejo del Castillo de Praga, junto a la muralla.
Descubre todos los secretos del Callejón del Oro en nuestra visita guiada por el Castillo de Praga en español:
Guardias, alquimistas y orfebres
Este conjunto de casas de estilo manierista fue ordenado construir en el siglo XVI por el emperador Rodolfo II, para dar cobijo a los guardias reales y a sus familias, tras la destrucción por un incendio de los viejos barracones de madera que los albergaban.
Te preguntarás de dónde viene entonces el nombre de «callejón del oro»: aunque no está comprobado y parece más bien una leyenda popular, se cuenta que en estas casas habitaban los alquimistas de la corte de Rodolfo II. Los praguenses han alimentado este mito a lo largo de los siglos, bautizando esta pintoresca calle con el nombre con que la conocemos hoy.
La realidad es que con el paso del tiempo, estas coloridas casas, que parecen el decorado de un cuento infantil, fueron ocupadas por pequeños artesanos locales y, sobre todo, por orfebres, hasta que en el siglo XIX fueron definitivamente abandonadas.
Su restauración y apertura al público tendría que esperar hasta mediados del siglo XX, varios años después del fin de la ocupación nazi de Praga.
El inquilino más famoso del Callejón del Oro
Durante algo más de un año (entre 1916 y 1917), el famoso escritor Franz Kafka ocupó, junto a su hermana, el número 22 de esta calle. Fue poco tiempo pero el suficiente para que su antigua casa se haya convertido en uno de los principales reclamos del Callejón del Oro.
En la actualidad, la casa del autor de la La Metamorfosis acoge una tienda de souvenirs y productos típicos de Praga. También encontrarás en el callejón una librería con obras de este autor, incluyendo algunas de sus ilustraciones, pues -aunque esta faceta es menos conocida-, Kafka también dibujaba.
¿Qué encontramos hoy en el Callejón del Oro?
Entre los años 2010 y 2011 el Callejón del Oro fue sometido a un gran proceso de restauración. Hoy podemos ver en el interior de varias de las casas una exposición que recrea la historia de algunos de sus vecinos.
¿Qué puedes encontrar actualmente en esta calle? Numerosas tiendas de artesanía local y souvenirs típicos de Praga, como el cristal de bohemia. A nosotros nos parece especialmente bonita la tienda de juguetes y marionetas.
Para acceder al Callejón del Oro hay que pagar entrada (lo más práctico es comprar la entrada combinada al Castillo de Praga), pero merece la pena visitarlo y llevarse de recuerdo una de las fotografías más típicas de Praga.