La Catedral de San Vito en Praga es el edificio religioso más importante de la República Checa, y una de las catedrales más imponentes de toda Europa. Un magnífico ejemplo de arquitectura gótica que durante sus más de siete siglos de vida ha destacado sobre el perfil de Praga, acogiendo las coronaciones, bodas y entierros de los reyes y emperadores bohemios.
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La Catedral de Praga, seis siglos de obras
La Catedral de San Vito posee una larga historia, aunque realmente no terminó de construirse hasta el siglo XX. Pero sus obras comenzaron en plena Edad Media, allá por el año 1344, cuando el rey Carlos IV decidió erigir una catedral gótica sobre una antigua basílica románica, con la idea de que Praga se convirtiera en sede arzobispal.
Los primeros arquitectos, Matthias de Arras y Petr Parler, diseñaron la famosa Capilla de San Wenceslao, uno de los elementos más visitados de la catedral. Pero a pesar de sus esfuerzos y de los de sucesivos monarcas checos, la falta de presupuesto, los desastres naturales y varias guerras provocaron que la catedral quedase inacabada hasta principios del siglo XX, cuando por fin fue consagrada.
Los varios estilos de la Catedral de Praga
En su arquitectura queda patente este accidentado pasado, pues cada arquitecto que se hizo cargo del proyecto incorporó elementos nuevos propios de su época, dando lugar a un conjunto que amalgama elementos góticos, renacentistas y barrocos.
Los elementos que más llaman la atención en la catedral son sus dos torres de más de 80 metros de alto, el rosetón central y el altísimo campanario de estilo renacentista,
La campana que se encuentra dentro del campanario es conocida como Zikmund y se considera la mayor de la República Checa.
Visitas imprescindibles en la Catedral de San Vito
- El Portal Dorado, ricamente decorado, sobre el que se encuentra un mosaico de 80 metros cuadrados que representa el Juicio Final, elaborado por artesanos venecianos. Este era el acceso por el que entraban los reyes cuando se coronaban.
- La Capilla de San Wenceslao, donde se custodian las reliquias de este santo y las joyas utilizadas en las ceremonias de coronación. Sus paredes están cubiertas de piedras semipreciosas.
- La tumba de San Juan Nepomuceno, para cuya construcción se emplearon miles de kilos de plata.
- Entre todas las vidrieras que decoran la catedral destaca la diseñada por Alphonse Mucha, uno de los máximos representantes del art nouveau en Europa.
- El mausoleo real, donde yacen los antiguos reyes bohemios, como Carlos IV, Wenceslao IV o el emperador Maximiliano II.
- El mirador de la torre sur, al que se puede subir a través de una escalera de caracol para contemplar las vistas de Praga.
Lo mejor para ver la Catedral de San Vito es madrugar, ya que a partir de media mañana y sobre todo en temporada alta se forman largas colas que pueden obligarte a esperar más de una hora.