A finales del siglo XIX nació la Ópera Estatal de Praga, que fue construida como respuesta a su rival el Teatro Nacional.
En ella se representan óperas de todo tipo, especialmente italianas, y también espectáculos de ballet. Es frecuente ver en su programación obras tan reconocidas como Turandot, Nabucco, La Traviata o Carmen.
Su auditorio de estilo rococó está reconocido como uno de los más bonitos de Europa y el friso neoclásico que decora la fachada frontal, donde están representados dioses clásicos como Dionisos y la musa Talía, la convierte en uno de los edificios más bellos de Praga.
El Nuevo Teatro Alemán
Este fue el nombre con que se conoció en su origen a la Ópera Estatal, pues fue la comunidad alemana residente en Praga quien financió y encargó el proyecto a unos arquitectos vieneses, con la idea de emular los grandes y elegantes teatros de la capital austriaca y sobre todo de tener un espacio donde se representasen óperas en su idioma natal.
La Ópera Estatal se inauguraría bajo el nombre de Nuevo Teatro Alemán el 5 de enero 1888 con una obra de Wagner, como no podía ser menos.
De teatro vanguardista a escenario de ballet
A partir de 1945, con el fin de la Segunda Guerra Mundial, los alemanes dejaron de hacerse cargo del teatro y este quedó en manos del gobierno checoslovaco. La ópera recuperaría su protagonismo gracias a la iniciativa de un grupo de artistas locales, que lo rebautizó como Teatro 5 de Mayo y lo dedicó a representar obras de vanguardia que se consideraban «demasiado modernas» para el conservador Teatro Nacional.
Con el tiempo, la Ópera fue renombrada como Teatro Smetana y se convirtió en escenario por excelencia de las compañías de ballet que llegaban a Praga, debido a las dimensiones de su escenario.
Por fin, con la caída del régimen comunista en 1989, el teatro fue renombrado como Ópera Estatal de Praga, pasando a conocerse definitivamente con su denominación actual.
Aunque la Ópera Estatal fue remodelada a finales del siglo XIX y durante los años sesenta del XX, se han conservado hasta hoy algunos elementos originales como los estucos dorados, las pinturas del auditorio, el telón y los candelabros.